El bando contra la Raza Negra - 1848
Dos meses antes de la conspiración de esclavos de Ponce en
julio de 1848, el partido de Ponce se encontraba en un estado lamentable de
miseria. La sequía, como ya señalamos, habia sido la causa principal. Pero
había otros problemas tan serios como esta catástrofe. El precio por quintal de
azúcar en el mercado de Filadelfia, en los Estados Unidos, que era el principal
comprador de Ponce, había bajado a $5.14. Este era el precio más bajo pagado en
el siglo XIX. Finalmente, el mercado francés, el tercer comprador más
importante de nuestros azúcares, dejó de comprar azúcar, como resultado de los
turbulentos eventos políticos de 1848. La revolución francesa, y el
establecimiento de la segunda república de 1848, tuvieron otro impacto más
directo en la vida de los esclavos del Caribe, y por lo tanto en los de Puerto
Rico. El gobierno provisional francés abolió la esclavitud en sus colonias de
Martinica y Guadalupe el 29 de abril. En Martinica, los esclavos no esperaron
dicho decreto y se rebelaron. Muchos blancos abandonaron esta isla y se
refugiaron en Puerto Rico. Al llegar los franceses de estas clases
privilegiadas, describieron los horrores de la guerra racial que acababan de
experimentar. Para el 3 de julio, el conflicto se extendió hasta la colonia
danesa de Santa Cruz, donde el gobernador, con el propósito de apaciguar a los
sublevados de color, abolió la institución de la esclavitud. Sin embargo, la
medida fracasó porque la guerra siguió su curso.
La proximidad geográfica entre las islas de Puerto Rico y
Santa Cruz, y la presente crisis económica por la que atravesaban tanto las
haciendas azucareras como la población esclava de Puerto Rico, hizo que el
gobernador de la isla, Juan Prim, enviara un contingente de 500 infantes, 2
piezas de artillería y una sección de obreros minadores a Santa Cruz. Esta vez,
las fuerzas procedentes de Puerto Rico, unidas a las danesas, triunfaron y
lograron restablecer la paz en Santa Cruz. Sin embargo, el gobernador Prim,
temeroso de que el esclavo se reafirmara en sus creencias de que la violencia
era la única alternativa para abolir la esclavitud, se vio en la necesidad de
convencer a las autoridades danesas, y aun a la esclava de Puerto Rico, de que
el decreto de la abolición de la esclavitud en Santa Cruz era ""letra
muerta"", porque se había hecho a la fuerza. Prim les señaló a las
autoridades danesas que no se debía poner en vigor dicho decreto de abolición
en virtud del mal ejemplo que daría a la esclavitud de Puerto Rico.
La segunda medida de Prim tiene lugar a fines de mayo de
1848, cuando el mismo gobernador arremetió contra los negros libres y los
esclavos de Puerto Rico. En esta ocasión, dictó el Bando Contra la Raza
Africana. Este bando fue represivo y punitivo y no estableció diferencias entre
el africano libre o el esclavo. Sólo bastaba que se fuese africano o
descendiente de él para verse incluido en las estipulaciones del Bando. Según
el Artículo I, cualquier delito en que se vieran envueltos los miembros de la
raza africana, libres o esclavos, sería juzgado y penado militarmente. El
Artículo II reafirmaba la superioridad ante la ley del blanco sobre el negro
cuando señalaba que cualquier africano que hiciese armas contra blancos
""aunque justificada que sea la agresión, será, si fuese esclavo,
pasado por las armas y si libre, se le cortará la mano derecha."" Los
africanos y sus descendientes siempre serán culpables ante la justicia. El
Artículo III hacia claro que si un negro insultaba de palabra, o maltrataba o
amenazaba con un palo, con piedras o en alguna otra forma, sería condenado a
cinco años de presidio, si fuera esclavo, y si libre, a la pena que a las
circunstancias del hecho corresponda. Al amo se le facultó (Artículo V) a dar
muerte al esclavo que se sublevara en acto semejante.
Aparentemente, los propósitos del código negrero no quedaron
claros, puesto que el propio Prim, nueve dias más tarde, dictó otro bando
explicativo para que la aplicación del bando negrero se llevase a cabo sin la
menor dificultad. El Artículo 1 extendía a las propiedades de los blancos lo
que expresaban los Artículos II, III y V, del Bando Negrero. Cualquier robo de
parte de los africanos, o sus descendientes, sería tratado por un Consejo de
Guerra. Los Artículos VIII, IX y X señalaban que si el esclavo robaba ocho
reales sería entregado a su amo, pero si robaba de ocho a ochenta reales,
sufriría 200 azotes. Cualquiera que incendiase una finca rural o urbana,
cañaverales u otras siembras, también seria juzgado por un Consejo de Guerra. A
Prim también le preocupaban las riñas que pudiesen tener las personas de color,
libres o esclavos, y dependiendo de las armas que se utilizasen, así serían los
castigos.
Debido a los múltiples fracasos de las conspiraciones de
esclavos durante la primera mitad del siglo XIX, a partir de 1850 se popularizó
otro tipo de manifestación colectiva contra la institución de la esclavitud: el
homicidio del mayordomo, ejecutado por un grupo de esclavos. Desde 1840,
encontramos varias conspiraciones, tales como la de Naguabo, en 1843, y la de
Toa Baja en 1846, cuyo principal propósito fue el asesinato del mayordomo.
Estos dos casos presagian lo que más tarde se convertirá en la manifestación de
repudio a la esclavitud más frecuentemente empleada por los esclavos en
vísperas de la abolición de la esclavitud en Puerto Rico. Al fin, el 23 de
marzo de 1873 la Asamblea Nacional de la República Española aprobó por
unanimidad la abolición de la esclavitud en Puerto Rico, poniendo fin a cuatro
siglos de historia de la funesta institución en la isla. Sin embargo, desde
hacía tiempo se manifestaba un intenso debate en torno a la abolición de la
esclavitud en Puerto Rico.
Por un lado, había algunos que argumentaban que la abolición
no causaría crisis económica alguna, puesto que ya la mayoría de las haciendas
contaban con una fuerza laboral mixta (libres y esclavos).
El capital obtenido a través de la abolición con
indemnización podía ser invertido en el mejoramiento de la tecnología
azucarera.
El precio del esclavo era muy alto (600 pesos) como precio
promedio de venta y lo que él producía (azúcar) tenía un precio sumamente bajo.
La esclavitud no era rentable. Era más barato pagarle un jornal a un alquilado
que comprar un esclavo.
Las teorías de desarrollo capitalista expresadas por Adam
Smith apuntaban hacia la creación de un mercado de trabajo libre. Éstas a su
vez señalaban que el trabajador libre era mucho más eficiente que el trabajador
esclavo. ""Dos días de trabajo del libre equivalían a tres del
esclavo"".
España era la única metrópolis europea que no había abolido
la esclavitud en América. Sin embargo, otros argumentaban de la siguiente
manera: Aunque era cierto que el precio del esclavo era alto, no se le podía
conceder la libertad pues en la isla no había una fuerza laboral barata y
cautiva que le sustituyese.
El esclavo trabajaba más que el hombre libre, ya que
""el látigo le hacía trabajar más horas al día"".
Los jornaleros abandonaban el trabajo, especialmente
""el de la hornalla (las calderas)"" en la casa de máquinas
de las haciendas azucareras.
Algunos esclavos se dedicarían a holgazanear mientras que
otros se rebelarían contra la población blanca del país.
La abolición con indemnización era algo incierto.
No podían abolir la esclavitud sólo en Puerto Rico y no
hacerlo en Cuba, en donde la esclavitud era muy significativa y en donde había
estallado una guerra de independencia que se extendería por 10 años
(1868-1878).
Se logra uno de los objetivos: la abolición de la esclavitud
Por: Dr. Luis Manuel Díaz Soler
Extraído de:
http://www.mitaino.com/cultura/esclavitud
Lamentablemente, el general Prim es considerado en España una persona de importancia y casi un héroe, porque se ignora de él más de lo que se sabe. El "Bando contra la raza africana" se desconoce por la población general. Y es que la Historia la escriben los vencedores. Y la escriben injustamente.
ResponderBorrares muy largo
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